lunes, 30 de junio de 2008

Pyramid Song


Y sus ojos negros ardían en ira contra los que rechazan la
ciencia mecánica y anhelan el retorno de la era romántica.
G. K. Chesterton, El candor del padre Brown

Aprender música es aprehender un lenguaje, entendido este como sistema ordenado de signos. Y de la misma forma en que Lacan supo afirmar con severidad que el inconsciente es lenguaje, podríamos decir que la música es lenguaje. Pero no, el sujeto es mucho más que eso; la libertad contenida en sus actos, por mínima que fuere, lo constituye como foco de dominación, en relación-choque con otros, sean el lenguaje, la prisión, el famoso baño público de la plaza o el eterno retorno. O la teoría musical. En este sentido, Pyramid Song es un tema -en tanto "cuestión" como "canción"- encantador, al que ya he referido en alguna otra entrada.
A Radiohead se lo caracteriza en general por hacer música deprimente, misma caracterización que vomito cuando alguien enciende la radio. En mi interpretación, y dicho muy así, a lo pavote, Radiohead se encierra en una contradicción: hay sí, un nihilismo como constante, hay un derrumbe continuo ante certezas que, como tales, son inamovibles e inevitables. Hay asimismo una reafirmación de la vida, en tanto capacidad de crear: no se postula un final feliz a lo Rocky o un Richard Ashcroft comiéndose gente, sino lo siguiente:

Muerte y desamor son las únicas palabras que en verdad existen, el resto son la naturalización de situaciones que otros han creado; levantate y elegí, a eso se reduce tu condición o de ganado o de ser humano, allí se decide si sos un algo para otros o sos lo que querés para vos mismo.



Es el mensaje que capta cualquier adolescente leyendo a Nietzsche. Y uno en esa edad tiende a extremar todo, y se piensa a sí mismo como un asesino. Y lo traslada al campo de la moral, y sin querer, ya es, como le gusta decir a Feinmann, un proto-nazi, y fana de Radiohead. Pero no existe pretensión totalizadora en Radiohead. Única razón por la que instintivamente adherí en su momento al neoplasticismo: simplificamos, sí, algo, un instante, no todo. Pyramid Song es la aguja que pincha el globo; chiquita y simple, pero con una capacidad destructiva incomprensible. Es, siguiendo a Sartre, totalizadora y destotalizadora a la vez. Allí reside su fuerza incontenible, toda su vitalidad, en ese movimiento. No es posible dominarla, porque no puede "entenderse", no hay algo que entender, porque todo lo que se construye se deshace, la canción gira en torno a una obviedad encubierta, no tiene intenciones de ser [plausible de ser] aprehendida [por los otros], sino de ser libre de ser, de ser pura posibilidad de ser: no me produjo más que un guiño el enterarme poco antes de comenzar a escribir que está inspirada en "Freedom" de Charles Mingus. Mientras tanto, en el universo de las radios, están dando una canción muy linda inspirada en estadísticas de mercadeo y números de ventas. Canción que, más que nada, me deprime.


Link recomendadísimo:
Pyramid Song, por Leandro Fanzone.

3 comentarios:

el fantasma de la libertad dijo...

Bien, Jule, veo que ha retomado con ímpetu y lucidez (esto último nunca le faltó) el hábito de publicar!

Vine a ver en qué andaba tan sólo un par de días atrás y sólo encontré su presentación en sociedad (y otro título de blog) por lo que ahora tendré que ponerme al día.

De este rendevous entre Radiohead, Nietzsche, paralelismos lacanianos y demás, mi único reproche es que no sea un poco más largo; concuerdo con ud en que Nietzsche para un adolescente puede ser un arma cargada, y se lo dice alguien que leyó a Nietzsche por primera vez más o menos a la edad que ud tiene ahora y aún así casi sale un monstruo infernal de mi persona, que por suerte otras fuerzas como el amor o la calentura ayudaron a tamizar ;)

Mi relación con Radiohead ha sido inconstante. Períodos de tremenda intoxicación y luego abstinencia. Se me hace una banda adictiva por momentos, y todo eso comenzó, como para muchos, con el OK Computer. Ya entonces había, en temas como "No surprises" y sobretodo en el experimento "Fitter, Happier" un desconfío de la acomodaticia vida moderna y sus espejitos de colores. No soy de los que creen que esa es la etapa "comercial" del grupo ("Paranoid Android" no es una pieza pensada para ganar a la muchachada) sino parte de una evolución que luego es mucho más compleja. "Like Spinning Plates" más tarde pone al límite la percepción de lo que es musical y lo que no (si esta barrera es definible, un punto que muchos han discutido con buenos argumentos).

"Pyramid Song" siempre fue un himno para las almas sensibles (siendo muy laxo con el término "alma") y creo que hace falta una vulnerabilidad como parte de lo primero para poder dejar impresionar toda la sutileza de esa pieza (probablemente una de las canciones menos contundentes de Radiohead, compárela nomás con Knives Out o There There). En todo el catálogo del grupo, el otro tema que me parece una bisagra es el primero del Kid A, "Everything in its right place" cuya letra puede ser más una serie de mantras ubicados de manera plástica, pero me parece musicalmente a años luz de lo que suena hoy en día.

pd: ud todavía escucha la radio? yo hace años ya que me di por vencido... no sé si hice bien, pero no pude hacer otra cosa, le juro.

Julien Suiblond dijo...

"Pyramid Song" y "Everything It It's Right Place". Coincido totalmente. Y yo agregaría "Planet Telex", que yo sé, es poco "ortodoxo", pero es la canción que de hace un par de años más incógnitas me produce. Se lo juro. He llegado a la conclusión de que Planet Telex no hubiera existido sin Portishead. Mi tesis (que seguro no es mía) suscitaría controversias varias, no lo sé, pero para mí es así, esa provocación no existe en el resto de la discografía oficial del grupo. Les dedicaré una entrada a cada uno de estas canciones, en su momento (cuando tenga ganas). Lo que sí, prometo que serán más larga.

Verá, esta entrada la escribí en un par de horas antes de un viaje, y surgen de lo que se me ocurrió, en parte, en el momento, mientras escuchaba las pocas canciones que tenía cargadas en el celular.

La verdad no escucho la radio... por ahí en el 2001 escuchaba la Energy, nada más. De Radiohead, verá, sólo escucho tres discos: The Bends, Kid A y Amnesiac. De hecho comencé a escuchar Radiohead en el 2002, por el The Bends... es un disco glorioso. Ok Computer es lindo, pero pasé directamente al Kid A. El último disco también, es lindo, pero nada más. Creo que no habrá un cuarto post sobre Radiohead.


¿Vió Waking Life de R. Linklater? Pregunto sólo por corroborar. En las próximas semanas iré desmenuzando varias escenas, espero que sea de su agrado.

Un abrazo fantasmagórico, casi invisible.

el fantasma de la libertad dijo...

Waking Life???

It's a foquin' masterpiece!

La debo haber visto unas cuatro o cinco veces, con mucha afición... con gusto esperaré su trabajo al respecto!

Saludos!