Y sus ojos negros ardían en ira contra los que rechazan la
ciencia mecánica y anhelan el retorno de la era romántica.
G. K. Chesterton, El candor del padre Brown
Aprender música es aprehender un lenguaje, entendido este como sistema ordenado de signos. Y de la misma forma en que Lacan supo afirmar con severidad que el inconsciente es lenguaje, podríamos decir que la música es lenguaje. Pero no, el sujeto es mucho más que eso; la libertad contenida en sus actos, por mínima que fuere, lo constituye como foco de dominación, en relación-choque con otros, sean el lenguaje, la prisión, el famoso baño público de la plaza o el eterno retorno. O la teoría musical. En este sentido, Pyramid Song es un tema -en tanto "cuestión" como "canción"- encantador, al que ya he referido en alguna otra entrada.
A Radiohead se lo caracteriza en general por hacer música deprimente, misma caracterización que vomito cuando alguien enciende la radio. En mi interpretación, y dicho muy así, a lo pavote, Radiohead se encierra en una contradicción: hay sí, un nihilismo como constante, hay un derrumbe continuo ante certezas que, como tales, son inamovibles e inevitables. Hay asimismo una reafirmación de la vida, en tanto capacidad de crear: no se postula un final feliz a lo Rocky o un Richard Ashcroft comiéndose gente, sino lo siguiente:
A Radiohead se lo caracteriza en general por hacer música deprimente, misma caracterización que vomito cuando alguien enciende la radio. En mi interpretación, y dicho muy así, a lo pavote, Radiohead se encierra en una contradicción: hay sí, un nihilismo como constante, hay un derrumbe continuo ante certezas que, como tales, son inamovibles e inevitables. Hay asimismo una reafirmación de la vida, en tanto capacidad de crear: no se postula un final feliz a lo Rocky o un Richard Ashcroft comiéndose gente, sino lo siguiente:
Muerte y desamor son las únicas palabras que en verdad existen, el resto son la naturalización de situaciones que otros han creado; levantate y elegí, a eso se reduce tu condición o de ganado o de ser humano, allí se decide si sos un algo para otros o sos lo que querés para vos mismo.
Es el mensaje que capta cualquier adolescente leyendo a Nietzsche. Y uno en esa edad tiende a extremar todo, y se piensa a sí mismo como un asesino. Y lo traslada al campo de la moral, y sin querer, ya es, como le gusta decir a Feinmann, un proto-nazi, y fana de Radiohead. Pero no existe pretensión totalizadora en Radiohead. Única razón por la que instintivamente adherí en su momento al neoplasticismo: simplificamos, sí, algo, un instante, no todo. Pyramid Song es la aguja que pincha el globo; chiquita y simple, pero con una capacidad destructiva incomprensible. Es, siguiendo a Sartre, totalizadora y destotalizadora a la vez. Allí reside su fuerza incontenible, toda su vitalidad, en ese movimiento. No es posible dominarla, porque no puede "entenderse", no hay algo que entender, porque todo lo que se construye se deshace, la canción gira en torno a una obviedad encubierta, no tiene intenciones de ser [plausible de ser] aprehendida [por los otros], sino de ser libre de ser, de ser pura posibilidad de ser: no me produjo más que un guiño el enterarme poco antes de comenzar a escribir que está inspirada en "Freedom" de Charles Mingus. Mientras tanto, en el universo de las radios, están dando una canción muy linda inspirada en estadísticas de mercadeo y números de ventas. Canción que, más que nada, me deprime.
Link recomendadísimo:
Pyramid Song, por Leandro Fanzone.