lunes, 21 de julio de 2008

Sobre las cosas que de verdad importan y sobre las que no tanto.


La lluvia había comenzado hacía quince minutos y Lars estaba completamente mojado cuando llegó. Le dijeron que suba a ducharse, que tome ropa seca de la habitación de huéspedes y aguarde por un té de limón en la sala. Le aseguraron con énfasis que no se arrepentiría y que sería una persona completamente nueva en cuanto bajase.
Lars, que se había enamorado, movió la cabeza, como diciendo que no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En estos momentos vendria a ser Lars yo, que lindo!

te extraño!

mua

Julien Suiblond dijo...

=)

Ni que lo digas Val, el sábado vamos a ver Kung Fu Panda, o hacemos como si vamos.

Mmmua.