domingo, 6 de julio de 2008

De Les Damnés de la Terre


Nosotros. Cuando hablamos de ellos, referimos a nosotros. Ellos son el fuego, ellos son infierno; no les cabe mensura, están seguros, ellos, y ciertos, dicen, de una excelsa humanidad.
Existen palabras que ellos no usan, expresiones sin lugar: presagios hambrientos de pestes malditas; no, no hay aquí distancia, estamos aún conscientes. Sentimos el crujido, remarcando las heridas, palpamos el filo con el cuello abierto: allí en su goce está nuestra ira; la libertad, pura y silvestre, más allá de los sueños del oprimido.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuevo blog... me gusta como siempre lo que has escrito, y me identifico sobre todo con tu presentación Jul... también con el título que quisiera adoptarlo a mi vida o a eso que le llaman vida ¿quien? No lo sé...

Más se de todos aquellos de los que hablo, por quienes me entiendo, porque están dentro de mi y no sé si aborrecerlos o quererlos... o pasar de ellos... y así dejar que tomen lo que es suyo que también es mío...

Besos!

Apologista dijo...

Si... ahora que mis consejos inútiles han sido escuchados... me doy la libertad ;) de seguir haciendo sugerencias. Para mi gusto al título le falta una pizca de esperanza pero en fin... usted sabrá, a lo mejor las cosas por sus pagos son distintas.
Un saludo esperanzador... Mar.

Julien Suiblond dijo...

Estoy particularmente peleado con la esperanza chica Mar. No lo he decidido aún, pero siempre me parecíó el reverso de la duda, su lado oscuro, para hablar en términos intergalácticos. Y yo prefiero la duda. En este caso, en concreto, puede que aquella, la duda, se lleve mejor con el libro comentado, ¿no?. Leer "Los Condenados de la Tierra" en una portada es maravilloso, llama más a la conciencia de sí que a la victimización; dice lo que sos y no lo que quisieras ser. Un beso Marian, un gusto leerte, que te suceda algo interesante en vacaciones!

Mi descripción es pura ironía chica Barbie, y el título del blog es pura mentira, siquiera es un deseo real, como se habrá dado cuenta. Es sólo mi frustración convertida en odio, adornada con colores y plástico para que cualquier navegante se sienta identificado. Ellos nunca se van, es una constante con la que hay que convivir. Mmmua, invitame unas infuciones.


Los comentarios se cerrarán. Me encanta leerlos, pero no puedo "devolverlos", y es un principio moral en esto de las redes sociales. Un saludo a todos.

Apologista dijo...

Yo mi comentario se lo dejo. No devolutible ;)

Un beso, hace 2 años que no tengo vacaciones... Es lo que queda con uno después de que egresa.

Julien Suiblond dijo...

Usted me cae muy bien Marian. Los comentarios permanecerán abiertos. Au revoir!